ORIGENES Y HECHOS RELEVANTES
La Caja de Canarias fue creada con la denominación de Caja Insular de ahorros y Monte de Piedad de Gran Canaria por acuerdo adoptado por el Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria en sesión celebrada el día 16 de febrero de 1939. Esta Entidad fue heredera de la denominada Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Las Palmas, nacida en 1914 y decretada su disolución como empresa en el mismo mes de febrero de 1939, traspasándose sus bienes, personal y pasivo y activo a la nueva Caja impulsada por la Corporación Insular.
La presencia de una entidad de las características de una caja de ahorros, unida, como marcaba la tradición, a un Monte de Piedad, era una necesidad sentida por toda la sociedad, que arrastraba y era arrastrada por las secuelas de una guerra. La población de la isla, especialmente de su capital, corría peligro de perder los escasos ahorros que poseía y de no poder acometer proyectos empresariales por falta de financiación. Una caja de ahorros era entonces, a juicio del Cabildo, una urgente necesidad.
En estos primeros años, hasta la década de los sesenta del siglo XX, el crecimiento de la Caja Insular de Ahorros y Monte de Piedad de Gran Canaria, que así se denominó originalmente, fue constante aunque pausado. Durante estos veinte años, sus recursos ajenos alcanzaron, en 1960, algo más de 155 millones de pesetas y sus préstamos superaban en poco los 120 millones, todo ello gracias a sus 36.000 clientes. Se trata de una primera etapa de afianzamiento.
Es a finales de los años 60 cuando se produce una expansión considerable de la entidad. De las 23 oficinas con que contaba en 1960 se alcanzan las 99 veinte años más tarde. Es una época en la que La Caja apuesta fuerte por una presencia masiva en las islas de la provincia de Las Palmas, de manera que su cercanía a la clientela pudiera alentar cualquier indicio de desarrollo económico y social. Así, su cartera de préstamos alcanza, a finales de 1980, más de 22.000 millones de pesetas para sus 250.000 clientes.
Esta presencia de la institución, marcada fundamentalmente por un mercado financiero estrechamente regulado, se hace notar en los sectores básicos de la economía canaria: agricultura, turismo, puerto, construcción y comercio. LOS préstamos agrícolas ofrecen condiciones muy atractivas de financiación, mientras que el apoyo a empresas turísticas y las relacionadas con este subsector, se nota de forma palpable. El puerto se ve reforzado con la participación de La Caja en la creación de un importante astillero para reparaciones navales y las familias, por otro lado, vieron facilitado el acceso a sus viviendas gracias, no sólo a los préstamos y a las modalidades de ahorro que hacían más atractiva la compra de los hogares, sino también a las propias promociones impulsadas por la entidad; finalmente, el comercio contó con La Caja como un aliado natural para el desarrollo de su actividad.
Es el momento del cambio de denominación para reflejar su presencia en las islas de la provincia de Las Palmas: Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Caja Insular de Ahorros pasó a ser su nombre oficial, hasta llegar a la de Caja Insular de Ahorros de Canarias (comercialmente, La Caja de Canarias), por su actividad en todas las islas del archipiélago, incluido La Graciosa.
Desde los años 80 y hasta el INICIO de la crisis económica que mostró sus primeros signos en 2007, La Caja experimentó un desarrollo espectacular. Situada a la vanguardia de la tecnología en servicio a sus clientes, no hay un sector implicado en el desarrollo económico y social de la región en el que no esté presente. Pese a la cada vez más agresiva competencia, La Caja de Canarias se consolida como ente imprescindible en el ámbito de las islas, manteniendo un progresivo crecimiento que la situó en los primeros puestos del ranking financiero en la región.
Con fecha 30 de julio de 2010, la Caja Insular de AHORROS de Canarias junto con la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid; la Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante, Bancaja, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ávila, Caixa d’Estalvis Laietana, la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia y la Caja de Ahorros de La Rioja suscribieron un contrato de Integración para la constitución de un grupo consolidable de entidades de CRÉDITO de base contractual en torno a un Sistema Institucional de Protección. Este grupo poseía 340.000 millones de euros en activos y recibió ayudas del FROB cercanas a los 4.500 millones. El Banco Financiero y de Ahorros transfirió a su vez su negocio a la entidad filial Bankia, creando así el tercer grupo financiero mayor de España.
Se constituyó el 3 de diciembre de 2010 y comenzó a operar el 1 de enero de 2011.
El 27 de junio de 2012 se produjo el hecho determinante de la disolución de la Caja Insular de Ahorros de Canarias, tras el proceso de conversión del FROB en acciones del Banco Financiero y de Ahorros, S.A., matriz de Bankia, del que La Caja de Canarias era accionista conjuntamente con las otras seis cajas que formaron el grupo BFA-Bankia, y en el todas las cajas fundadoras perdieron sus derechos de participación. El Fondo de reestructuración ORDENADA bancaria (FROB) se convirtió el 27 de junio en el accionista único del Banco Financiero y de Ahorros, S.A.
Conforme a lo dispuesto en el Real Decreto-ley 11/2010, de 9 de julio, de órganos de gobierno y otros aspectos del régimen jurídico de las Cajas de Ahorro, modificado por Ley 9/2012 de 14 de noviembre, de reestructuración y resolución de entidades de crédito. Si una caja de Ahorros redujese su participación de modo que no alcance el 25% de los derechos de voto de la entidad de crédito, procede la transformación en fundación de carácter especial, lo cual deberá producirse en el plazo de cinco meses a contar desde el momento en el que se produzca el hecho determinante de la disolución. En este sentido, el 27 de noviembre de 2012, se produjo el vencimiento del plazo conferido para la transformación voluntaria en Fundación de La Caja de Canarias, y al no haberse ejecutado dicha transformación, se produjo la disolución directa de todos sus órganos de gobierno y la baja en el resgistro especial de entidades de crédito del Banco de España, instándose al Gobierno de Canarias al protectorado correspondiente y nombrando una comisión gestora a los efectos de materializar la transformación de la Entidad en Fundación, en cumplimiento de la normativa estatal y autonómica aplicable.
La Caja de Canarias, hoy convertida en Fundación, tras quedar desligada de la actividad financiera, tiene entre sus funciones la labor del Monte de Piedad y la de Obra Social